En un artículo que escribí hace algún tiempo (y que ha resultado ser el más popular de este blog) comenté acerca de la vital importancia de la Luna para la vida en la Tierra y lo diferente que sería nuestro planeta sin que su compañera orbital lo acompañase en el viaje alrededor del Sol. En esta ocasión, vuelvo a hablar sobre nuestro satélite natural para explicar dos fenómenos mal comprendidos sobre la Luna: la próximamente observable “superluna” y la variación en su tamaño cuando la observamos en distintos lugares.Quizás hayan leído en algún sitio web o periódico que la Luna podría haber sido la causante de los lamentables sucesos que azotaron a Japón en los días pasados. El ridículo rumor comenzó a propagarse por las palabras de un astrólogo (espero que no haga falta que aclare que un astrólogo no es un científico, sino todo lo contrario, un simple estafador de ingenuos) que aseveró que la Luna alcanzó un punto de acercamiento máximo con la Tierra, en forma de lo que él llamó una “superluna”, y su influencia gravitatoria fue tal que ocasionó el terremoto y tsunami de Japón.
Quisiera empezar diciendo que todo esto es completamente falso; nuestro satélite natural no tiene absolutamente ninguna relación con esta reciente catástrofe natural. En primer lugar, la Luna no ha alcanzado hasta la fecha su punto máximo de acercamiento con la Tierra (a continuación hablaré más al respecto) y de hecho, al momento de los desastres en Japón, se encontraba en un punto bastante alejado de su órbita alrededor de la Tierra. En segundo lugar, aún si la Luna se hubiera encontrado en su punto de acercamiento máximo, no existe ninguna razón para pensar que su influencia podría causar tales desastres: la Luna y la Tierra han estado en su acercamiento máximo en ocasiones previas y nada ha sucedido. Y por último, sabemos fehaciente y empíricamente porque sucedieron dichos desastres, algo muy conocido que denominamos “tectónica de placas”; no hay necesidad de buscar explicaciones místicas adicionales.
Por otro lado, si es cierto que en los próximos días, precisamente el día sábado 19 de Marzo del 2011, se dará un fenómeno especial relacionado con la Luna: su punto de acercamiento máximo con la Tierra en las últimas dos décadas coincidirá con una impecable fase de Luna llena. La razón de este acercamiento se debe a la forma elíptica de la órbita que la Luna describe alrededor de nuestro planeta. Dicha excentricidad orbital hace que la Luna se encuentre en un punto de cercanía máxima (llamado perigeo) a 364.000 km, y en un punto de alejamiento máximo (llamado apogeo) a 406.000 km de distancia.
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Representación de la órbita lunar, donde pueden observarse el perigeo y el apogeo.
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Para todos aquellos que se estén anticipando a los eventos y empiecen a especular sobre una gigantesca Luna llena colmando el cielo nocturno y creando mareas colosales que destruyan las ciudades al mejor estilo hollywoodense: ¡tranquilos! El cambio en el tamaño de la Luna en el cielo será realmente imperceptible, no habrá un incremento de tamaño apreciable a simple vista, y aunque es cierto que las mareas van a ser superiores por una mayor influencia gravitatoria, lo serán en cuestión de algunos centímetros, nada más.
Aún así, es muy probable que muchos de nosotros alcemos nuestras cabezas al cielo el día 19 y veamos una Luna extraordinariamente enorme. De hecho, estoy seguro que todos han visto en algún momento de sus vidas una Luna gigantesca en el horizonte, y probablemente se han preguntado a que se debe dicho aumento radical del tamaño. ¿Realmente puede nuestro satélite natural acercarse tanto como para verlo anormalmente enorme?
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Fotografía de la famosa ilusión lunar, que se produce cuando ésta se asoma en el horizonte.
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Aunque la mayoría hayan visto a la Luna con un tamaño descomunal, e incluso podamos apreciarla de esa forma en fotografías, la respuesta es "no": el acercamiento y alejamiento de la Luna por la excentricidad de su órbita no puede alterar de manera perceptible el tamaño con que la vemos. Dicho de otra forma: aunque sí es cierto que la Luna tiene puntos de cercanía y lejanía máximos de la Tierra, esto no hace que la podamos ver más grande o más pequeña en el cielo; la variación es tan insignificante que no ocasiona modificaciones perceptibles a simple vista.
Pero entonces, ¿por qué algunas veces vemos a la Luna inusualmente grande? Un detalle importante a tener en cuenta es que siempre que visualizamos a la Luna de mayor tamaño, ésta se encuentra baja en las cercanías del horizonte y visualmente cerca de otros objetos comunes, como edificios, árboles o casas. Por el contrario, cuando la observamos en un tamaño normal, se encuentra bien arriba en el firmamento y completamente aislada.
La explicación a esto resulta ser que se trata simplemente de una ilusión; nuestro cerebro nos engaña y nos muestra algo diferente a lo que realmente es. Similar a lo que ocurre con la ilusión de Ponzo o la ilusión de Ebbinghaus, nuestro cerebro interpreta de manera diferente a los objetos según el lugar donde se encuentren y en referencia a otros objetos que los rodean. En el caso de la Luna, y puesto de una manera sencilla, cuando vemos unos edificios muy lejanos y la Luna en el cielo cerca de ellos, nuestro cerebro procesa lo siguiente: si dichos edificios se encuentran muy lejos y los vemos en un gran tamaño, puesto que la Luna se encuentra muchísimo más lejos, debe ser realmente gigantesca. Y de esa forma nos la muestra: descomunalmente gigantesca.
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Diferencias en el tamaño de la Luna entre el apogeo y el perigeo.
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Un experimento simple que pueden realizar cuando vean una Luna enorme en el horizonte es extender el brazo completamente y colocar algun objeto cubriendo visualmente a la Luna, como ser la punta de sus dedos o un lápiz, para establecer comparativamente el tamaño. Luego, cuando la Luna se encuentre arriba en el cielo y con su tamaño normal, volver a realizar el procedimiento. De esa forma van a descubrir que la medición resulta ser exactamente la misma que la anterior y el tamaño de la Luna ha permanecido igual.
Y recuerden: la próxima vez que alguien les diga “mira, que grande está la Luna en el cielo”, pueden explicarle con tranquilidad que no, que la Luna está exactamente igual que siempre en tamaño, pero nuestro cerebro es tan increíble e incomprensible que se autoengaña y nos hace apreciar esa increíble, majestuosa, brillante y gigantesca Luna en el horizonte.
Fuentes:
- Super Full Moon. Dr. Tony Phillips | Credit: Science@NASA.
- No, the “supermoon” didn’t cause the Japanese earthquake. Phil Plait. Bad Astronomy.
- The Supermoon Illusion. Adrian West. Universe Today.
tengo una pregunta, hermano, hay veces en que la luna se ve asi de grande en el horizonte pero no hay ningun objeto cercano ni edificios ni arboles ni nada (por ejemplo en la costa) y asi y todo la vemos enorme sin ningun objeto cerca para compararla, como se explica ahi, dami?
ResponderEliminarte mando un abrazo, sos un grande.
La verdad estaba empezando a creer sobre la relación de la luna con el terremoto de japon, pero ahora que lei me siento un poco calmada, pero usted dice que si va crecer el mar unos centimetros y no sabemos cuántos, pero si quisiera ver una luna enorme y quedarme a contemplar con su resplandor del cielo azul y muchas estrellas a su alrededor, ideal para crear mis poemas. Nancy N - GRACIAS
ResponderEliminarJulio, muchas gracias por tu comentario.
ResponderEliminarCon respecto a tu pregunta, realmente no hay una teoría exacta en neurociencia que nos permita explicar dicha ilusión con precisión, pero por lo que se sabe la ilusión se crea cuando la Luna se encuentra ubicada cerca de algún objeto con el cual se pueda establecer un marco de referencia. En el caso que vos decís, el punto de referencia sería el horizonte mismo o incluso el lejano limite oceánico; y el proceso sería el mismo: nuestro cerebro, en lugar de comprarlo con un edificio u otro objeto, establece la relación con el horizonte mismo (si el horizonte está tan lejos y aún puedo verlo, la Luna está muchísimo más lejos, por lo que debe ser enorme).
De todas formas, como te decía, aun no hay un consenso establecido que nos permita decir “si, esto sucede exactamente por esto”. De lo que si estamos seguros es que el tamaño real de la Luna no se modifica para nada, por lo tanto la modificación se realiza en nuestros cerebros.
Un abrazo grande, saludos!
Querida Nancy N, muchas gracias por tu comentario, y que lindo tener una poeta por estos pagos.
ResponderEliminarMe alegra mucho que mi artículo haya servido para informarte y dejarte tranquila con respecto a los incidentes sucedidos o que pudieran suceder. Y es cierto, la interacción gravitacional entre nuestro planeta y la Luna va a ocasionar que las mareas se incrementen en algunos centímetros, no sabemos exactamente cuántos, pero en algunos lugares se habla de hasta 15 centímetros, lo cual no representa ningún inconveniente para nadie.
Espero que las condiciones sean las apropiadas y puedas apreciar esa luna hermosa que mencionas y que tanto nos inspira a todos. Y mucha suerte con tus poemas. Saludos!
A lo mejor estoy diciendo una tontería, pero en algún lugar he leído, me refiero a lo que dice Julio, que este fenómeno ocurre cuando la Luna, también el Sol, está próxima a la linea del horizonte, pero en realidad fuera de nuestro campo visual. En determinadas condiciones de temperatura, de visivilidad, etc, parece ser que puede producirse un reflejo o una imagen amplificada de esta sobre la atmósfera terrestre.
ResponderEliminarNo se lo que habrá de cierto en lo que digo, pero tengo un amigo que asegura que en esas condiciones es imposible enfocarla con un telescopio. simplemente no aparece.
lo he estudiado de imvestigaciones de astronomia Americana, no me considero un astronomo de linea pero conosco el tema aunque sea una gota agua en el oceano y mantengo mi posicion con el respeto que se merecel señor. es claro que los modernos instrementos de la NASA, tiene grandes avances sobre el satelite la tierra y bellas fotos de este fewnomento.
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