Grandes noticias para el universo de la ciencia y la astronomía. El día de ayer, miércoles 29 de septiembre, los astrónomos descubrieron un nuevo exoplaneta orbitando a la estrella enana roja llamada Gliese 581. Previamente se habían encontrado otros cinco exoplanetas orbitando a esta estrella, pero lo grandioso de este nuevo descubrimiento es que el planeta en cuestión se encuentra ubicado dentro de la denominada "zona de habitabilidad", región donde las condiciones propician la existencia de agua líquida en la superficie del planeta.
El planeta fue detectado usando el método de medición de velocidad radial, explicado con detalle en este artículo anterior. La estrella alrededor de la cual orbita el planeta, Gliese 581, se encuentra aproximadamente a veinte años luz de distancia de la Tierra. Esta distancia es asombrosa para nosotros, pero a escala galáctica es relativamente cerca: solo unas pocas estrellas se encuentran más cerca que ésta. El planeta descubierto tarda 37 días en orbitar alrededor de la estrella, y lo hace a una distancia de 1/6 de la distancia entre la Tierra al Sol. Las mediciones indican que posee una masa (mínima) de tres veces la masa de la Tierra, por lo cual es más probable que se trate de un planeta rocoso como el nuestro y no de un gigante gaseoso como Júpiter.
Analicemos a continuación algunas cuestiones que son probables que se den en este planeta, siempre tratando de mantenernos en el terreno de lo probable, sin sacar conclusiones apresuradas como que existe vida en dicho planeta o que puede ser habitado.
Como bien sabemos, el agua en estado líquido es un requisito esencial para la presencia de vida. Si un planeta se encuentra muy cerca de su estrella, las elevadas temperaturas no permiten tener agua en estado líquido; si se encuentra muy lejos de su estrella, las bajas temperaturas congelan el agua. Existe una distancia apropiada de la estrella, denominada zona de habitabilidad o zona de Goldilocks, donde la temperatura es la justa para mantener el agua en estado líquido en la superficie del planeta. El nuevo planeta descubierto se encuentra en esta zona. Pero éste no es el único factor que determina la existencia de agua en la superficie del planeta (y mucho menos la existencia de vida en el mismo). Otro factor importante a tener en cuenta es la atmósfera del planeta. Por ejemplo, Venus se encuentra en la zona de habitabilidad, podría tener agua líquida, pero su atmósfera produce un efecto de invernadero que eleva la temperatura a más de 460° C. Otro ejemplo es el planeta Marte, que también podría poseer agua líquida de no tener una atmósfera tan débil. Así que la composición propia del planeta y su atmosfera también son determinantes al momento de saber si éste es o no habitable, y por el momento desconocemos la mayor parte de esa información.
Otro aspecto que resta esperanza sobre las posibilidades de habitabilidad al descubrimiento es que el periodo orbital de 37 días alrededor de la estrella ubica al planeta muy cerca de la misma, lo cual no sería un problema en relación con la temperatura dado que Gliese 581, siendo una enana roja, es bastante más fría que el Sol. Pero el hecho de estar tan cerca de su estrella genera sobre el planeta un efecto de mareas, que influye sobre la rotación del mismo sobre su propio eje, disminuyendo la velocidad hasta igualarla al periodo orbital. En otras palabras, siendo los periodos rotacional y orbital del planeta iguales, un día en este planeta sería equivalente a un año. Como consecuencia de este efecto, dicho planeta mostrará siempre la misma cara a su estrella, como sucede con la Luna respecto a la Tierra. El problema que esto trae es que la cara dispuesta siempre hacia la estrella puede elevarse a temperaturas muy altas, mientras que la cara oculta llegar a temperaturas muy bajas. Por supuesto, esto disminuye en gran medida las probabilidades de que organismos vivos se puedan desarrollar “cómodamente” en esas condiciones planetarias.
Ahora bien, ¿cuáles son entonces los aspectos positivos y emocionantes en relación con este descubrimiento, y porque entusiasma tanto a la comunidad científica? Como expliqué en este artículo previo, nuestra galaxia, la Vía Láctea, contiene al menos 200 mil millones de estrellas y tiene un diámetro de 100 mil años luz. El hecho de que encontremos un planeta tan parecido a la Tierra y con condiciones iniciales tan similares a tan solo 20 años luz de distancia es un gran indicio de que planetas como el nuestro, existiendo dentro de la zona de habitabilidad, son un fenómeno común en el Universo. Tomando en cuenta el número de estrellas contenidas en nuestra galaxia y el número de galaxias contenidas en el Universo, la cantidad de planetas similares a la Tierra podrían ser millones, o incluso muchísimos más. Como dije anteriormente, no hay que sacar conclusiones apresuradas y siempre debemos mantenernos en el terreno del “podría ser…”, pero sin lugar a dudas esto nos brinda una perspectiva muy optimista sobre la existencia de planetas que pudieran albergar vida. Un paso más en nuestra incesante búsqueda por demostrar que no estamos solos y no somos tan únicos en este vasto, vasto Universo.
La cuestión es si podremos desarrollar algun día los medios tecnológicos necesarios para llegar a estos hipotéticos planetas habitables en poco tiempo.
ResponderEliminarDamian en la noticia falto decir, aunqe cualqiera puede llagar a esa conclusion, q en este planeta y debido al efecto de sincronizacion rotacional en el planeta existe una delgada zona q rodea el planeta a modo de anillo en el cual seria posible la vida y q se encontraria entre el dia y la noche etrenas.
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