Sobre este tema ya hice una breve aclaración en un artículo anterior. Pero debido a que he escuchado con frecuencia alarmante acerca de personas que aún piensan que las estrellas fugaces son realmente estrellas cayendo del firmamento, he tomado la decisión de dedicar un breve artículo a explicarlo como corresponde.
Para empezar, podríamos preguntarnos qué es una estrella. Lo que nosotros llamamos estrellas y vemos como minúsculos puntos en el firmamento no son otra cosa que gigantescos hornos nucleares como nuestro Sol, algunas de ellas un poco más pequeñas, algunas otras mucho más grandes y masivas. Las estrellas parecen estar quietas en el cielo, formando un telón fijo que no cambia nunca y que atraviesa nuestro firmamento a medida que la Tierra rota sobre sí misma y alrededor del Sol. Y es importante resaltar el uso de la palabra “parecen”, porque en realidad no están quietas; por supuesto que las estrellas se mueven, presentan diferentes clases de orbitas y movimientos.
Entonces uno podría preguntarse, ¿es dicho movimiento lo que nosotros denominamos “estrella fugaz”, es la estrella cambiando de posición rápidamente? De ninguna forma. Lo que sucede es que las estrellas se encuentran tan lejos, las distancias que nos separan de ellas son tan increíbles (la más cercana se encuentra a 4 años luz de distancia; tardaríamos 70.000 años en llegar hasta ella), que dichos movimientos son imperceptibles para nosotros a simple vista. Es lo mismo que sucede cuando vemos un avión en el cielo: nos parece que se desplaza muy suave y lentamente, pero en realidad está viajando a velocidades increíbles; la distancia que nos separa de éste claramente afecta nuestra percepción de su movimiento. Aplicando dicho principio a las estrellas, donde las distancias son realmente difíciles de asimilar, es imposible ver a una estrella moverse a simple vista y siempre parecen estar fijas en el mismo lugar.
Pero si es imposible ver a una estrella moverse en el cielo, entonces ¿qué son las estrellas fugaces? Bueno, lo que se denomina incorrectamente estrella fugaz (puede ser fugaz, pero definitivamente no es una estrella) es lo que también llamamos correctamente “meteoros”: pequeños fragmentos de piedra, roca y polvo que se desintegran al ingresar en nuestra atmosfera. No debemos confundirlos con meteoritos, que son una cosa diferente: los meteoros se destrozan en las capas superiores de la atmosfera y se desintegran, produciendo la energía lumínica que nosotros podemos observar; por el contrario, los meteoritos son aquellos cuerpos que llegan a colisionar con la superficie terrestre.
Si nos alejamos de la contaminación lumínica de las ciudades y observamos un cielo nocturno despejado, veremos que la frecuencia con la que pequeños cuerpos se desintegran en nuestra atmosfera es bastante alta; por hora podríamos llegar a contar hasta una decena de ellas. Esta frecuencia es particularmente alta durante las épocas en que se dan las llamadas “lluvias de estrellas” (nada que ver con la lluvia y nada que ver con las estrellas). Éstas se producen cuando un cometa atraviesa las cercanías de la órbita terrestre y se ve afectado por los vientos solares, los cuales provocan reacciones en la superficie del cometa y se desprenden gran cantidad de fragmentos hacia el espacio. Muchos de estos fragmentos fijan su curso hacia nuestro planeta, se desintegran en su intento de atravesar la atmosfera y producen un efecto luminoso a través de un proceso de ionización de partículas. Por supuesto, el efecto es asombroso cuando la cantidad de cuerpos que atraviesan la atmosfera al mismo tiempo es alta, y esto es lo que caracteriza la particular belleza de las “lluvias de estrellas”.
Espero que mi revelación sobre la naturaleza de las estrellas fugaces no arruine la magia que muchas personas depositan en ellas, como pedir deseos cada vez que observan una, por ejemplo. Espero también que no derrumbe las inspiraciones poéticas de aquellos que las relacionan con situaciones de enamoramiento o señales acerca del amor. O que no termine con las predicciones mitológicas sobre nacimientos de personajes claves, o profecías apocalípticas sobre destrucción y caos. Ironía a un lado, no tengo ningún problema en que levanten la vista al cielo y pidan un deseo a una estrella fugaz, sólo espero que sean consientes de a qué le están pidiendo un deseo: a un trozo minúsculo de roca que se desintegró contra la atmosfera de nuestro planeta.
bueno aunque no lo leí completo es muy interesante y me gustaria saber si las estrellas caen del cielo porque me han dich0 que las estrellas caen pero quiero saber si es verdad . muchas gracias
ResponderEliminarmuy buena explicación es cierto
ResponderEliminarmuy buena explicacion la teoria es cierta
ResponderEliminarQuisiera saber porque algunas figuras de estrellas nunca se movieron de dicho lugar por siglos.Ej. la cruz del sur
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