La luz del Sol es de crucial importancia para la vida en nuestro planeta y a menudo no le damos importancia. La formación de la vida en la Tierra se debe a la energía emanada por el sol en forma de luz y calor a lo largo de miles de millones de años. El Sol genera y gasta la misma cantidad de energía que la usada por toda la humanidad en todos los tiempos en menos de un segundo. Y ahora veremos que el modo en que la luz consigue llegar desde allí hasta aquí es un proceso increíble.
La energía creada en el proceso de fusión sale del núcleo en forma de partículas de luz y calor llamadas fotones, que son los que traen los cálidos rayos del Sol a la Tierra. Para llegar a nuestro planeta los fotones deben recorrer un largo camino a través de todas las capas del Sol. Primero un fotón entra en la zona radioactiva de 298.000 kilómetros de espesor, zona que posee tal densidad que el fotón choca constantemente contra otras partículas, entre ellas átomos de hidrogeno y helio; lucha por salir describiendo un caótico zigzag que los científicos denominan “paseo al azar”. En esta instancia el fotón no puede escapar sin entrar en contacto con otras partículas una y otra vez; los átomos lo absorben y vuelven a expulsarlo, y este proceso puede repetirse millones de veces.
A medida que la densidad desciende y se acerca al exterior del Sol, las colisiones e interacciones son menores. Cuando al fin llega a menos de 209.000 kilómetros de la superficie, el fotón entra en la zona convectiva y su paso se acelera de repente; aquí es conducido hacia arriba por una especie de ebullición, ascendiendo en enormes columnas de gas a cientos de kilómetros por hora, y tardando solo diez días en llegar a la superficie solar. El increíble viaje casi ha terminado cuando el fotón despega mediante los tenues gases de la atmosfera solar; desde ahí solo tarda ocho minutos en recorrer los 150 millones de kilómetros de espacio hasta nuestro planeta. Increíblemente cuando la luz solar llega a la Tierra ya tiene una existencia de cientos de miles, o tal vez, millones de años.
Así que la próxima vez que te recuestes a tomar sol, o te sientes a leer un libro en una plaza, o simplemente salgas a la calle de día y veas todo a tu alrededor iluminado de manera natural, recuerda: esa luz fue creada hace millones de años, incluso antes de que existiera el primer ser humano, en el núcleo de nuestra estrella más cercana, el Sol.
Interesante...
ResponderEliminartodos los dias se aprende algo nuevo, la verdad q en la puta vida se me ocurrio saber como llegaba la luz y calor desde el sol...
saludos Dami, que andes de 10 !
Veo interesante este artículo aunque no he visto el parto del fotón, es decir, el momento de su formación. Gracias
ResponderEliminarEl articulo no profundiza en la dura vida de los fotones e ignora sus sentimientos.
ResponderEliminarMillones de años recibiendo golpes en el interior del Sol, y cuando por fin pueden ser libres, chocan contra la Tierra y lo que es peor, caen en las trampas que les ponen los cientificos para someterlos a horribles experimentos en los que incluso usan rendijas.
Quiero pediros a todos que os unais a la campaña: "Libertad para los fotones confinados"
de la ONG "No me toqueis los fotones"